Nos preguntamos con cada partida si llegamos a tiempo, si sentiste nuestras manos abrazandote, si te llegaron nuestros besos en tu frente, si nuestro amor fue suficiente para el impulso de este viaje sin retorno…
Te recordamos,se nos caen las lágrimas de una forma inevitable, y por un tiempo duelen, porque sentimos tu ausencia y eso duele… pero el tiempo nos trae a la memoria los buenos momentos en donde pudimos ser felices sin el dolor y sin darnos cuenta volvemos a sonreír.
En tu rescate cambiamos las alas rotas y cada recuperación no solo era un paso más hacia adelante sino que sumabas nuevas plumitas para tus nuevas alas, sin saber el destino del viaje… a veces son hogares nuevos y otras veces así: al viaje eterno.
Todos los días miramos al cielo y pensamos en que nube están escarbando, cuántas estrella masticarán, si podrán correr libremente… algún día mis queridos garris nos volveremos a ver. Nos abrazaremos, nos diremos cuánto nos hemos extrañado…pero algo que trasciende el tiempo y la distancia es ese amor espontáneo que nos nació cuando nos encontramos por primera vez, te dijimos “hoy te cambia la vida bebé” y nos contestaste en el silencio de nuestras miradas “sí… y para vos también”
En memoria de todos los garris que cruzaron el arco iris… que dejaron regado de emociones en su partida…pero que nos inundan de su amor aún en la distancia universal: